Pocas palabras que dedicar a alguien tan religiosa, católica y apostólica que haya tenido un comportamiento tan poco ejemplar que diste mucho del que se supone que nos enseñó el de arriba.
Una vez más, se archivan causas abiertas por extinción de la responsabilidad penal por delitos de detención ilegal y falsedad de documento público, que sumado a la falta de medios (cada vez menos) y la falta de interés en la investigación de dichos procedimientos por la rama política mas afín a la santa madre iglesia en los casos de bebés robados (hasta Nov/11 1072 diligencias informativas, 342 previas y 14 exhumaciones), hayan evitado una condena irrisoria comparable con las miles de condenas hechas por su trama. Son tantas las causas que quedan abiertas en la fiscalía como las mismas que quedarán alojadas en sus archivos. ¿Es que aún quedan personas que pretenden vivir bajo mecanismos dictatoriales? ¿Que ha hecho la sociedad durante este tiempo?
María Gómez Valbuena, comúnmente conocida como Sor María, se ha paseado por la vida "ajena" a toda la polémica de lo que ha terminado por ser un escándalo sonado más allá de nuestras fronteras. Sólo una de las numerosas causas, (a la segunda causa no acudió a declarar por supuesta enfermedad) en concreto una ocurrida en 1981, consiguió sentar a la religiosa ante el juez tras comprobar el adn de una niña robada a su madre biológica treinta años después de su nacimiento por supuestao robo de bebés, poniendo incluso en duda el mismo adn. Aires de grandeza y cinismo por bandera como nos cuenta la biblia.
No sabemos con que criterio se tomaba la libertad de decidir sobre el futuro de recién nacidos apartándolos del seno de sus madres, bien para darlos en adopción irregular o bien sirviéndolos a la carta y que posiblemente en muchos de los casos nunca conozcan su verdadero origen porque simplemente, entre otras causas, hay a quien no le interese y son preguntas que quedarán sin respuesta.
Si hubiera resultado culpable, su avanzada edad le hubiera eludido de ingresar en prisión y sino, un indulto de los que están de moda para casos peculiares y afines a ciertas ideologías hubieran invalido cualquier sentencia judicial, dejándola así en papel mojado. ¿Que sigue haciendo la sociedad?
Cuesta creer que ya no pueda pagar por todo el daño causado a unas 300.000 familias, incluso podemos llegar a dudar si realmente ha fallecido sin esquela ni parte de defunción en algún medio amigo que lo acredite, pero eso ya no nos toca juzgarlo a nosotros.
Ahora, es lógico pensar la opinión que pueda arrojar la Conferencia Episcopal al respecto, que suelen emitir comunicados en relación a matrimonios homosexuales, el aborto... sin tener derecho hacerlo y en donde realmente le atañe pase de puntillas.
Es tal la rabia e impotencia contenida durante años que, por mí, la guarde el demonio en lo más hondo de su ser.
Para dejar de seguir "cagándola" en este puto y dividido país, comencemos por romper el Concordato con el Vaticano, el cual ha tenido un trato de favor en todos los aspectos habidos y por haber, y a mi parecer se puede tachar como mínimo de incomprensible.
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