... y algunos hasta lo echan de menos

Estos días ha sido el 35º aniversario de la muerte del generalísimo, lo que congregó a un centenar de radicales y grupos neonazis (cada año más de hecho) para asistir a una misa por el dictador en el lugar donde reposan los benditos restos del caudillo, aunque lo que realmente les movía hasta allí era el odio que le tenían al grupo de manifestantes que tenían enfrente: se trataba de la Federación de Foros por la Memoria reclamando la voladura de la gran cruz alzada en el mausoleo, la retirada de los restos de Franco y José Antonio Primo de Rivera (que se los den a sus familias como a todo hijo de vecino) y la conversión del recinto en un museo de la memoria. Pero para Ignacio González (mano derecha de Esperanza Aguirre = PP = antigua Alianza Nacional = Partido Fascista = Franco) es un verdadero disparate y no lo es el que todavía queden miles de perseguidos en nuestras cunetas, como que tampoco España haya sido el país con más desaparecidos tras la Camboya de Pol-Pot… parece lógico ya que aquí ocurre de todo y evidentemente esto no iba a ser menos.

La ley de memoria histórica aprobada en 2007 (la ley es para todos) impide este tipo de manifestaciones estipulando que “en ningún lugar del recinto podrán llevarse a cabo actos de naturaleza política ni exaltadores de la Guerra Civil, de sus protagonistas o del franquismo”, pero los franquistas a lo suyo: “¡A por ellos! ¡Como en Paracuellos!”, cantando el cara al sol y coreando vivas a Franco tratando de acogerse de este modo al Art. 20 de la Constitución Española. Además, grupos falangistas publicaron varias esquelas en medios conservadores (abc, la razón…), la Iglesia pidió por el alma del dictador con la bandera fascista presidiendo la ceremonia, se concentraron en la calle Génova (todos sabemos que hay allí) y prepararon la marcha hacia el Valle de los Caídos, que hoy día se rige por los mismos principios y decretos que Franco dejó atados y bien atados. Así es lógico que las viejas heridas nunca cicatricen.

La cruz del Valle de los Caídos recoge el paso de ilustres visitantes como Joseph Ratzinger (actual Benedicto XVI) o Augusto Pinochet en quién despertó una profunda admiración cuando el chileno asistió en 1975 al funeral de Franco. Simboliza “lo mismo que la esvástica en Alemania” y como tal debería estar perseguido por ley, además de que todos los grandes monumentos construidos como símbolo de los regímenes fascistas del siglo XX han sido destruidos y que el mausoleo de Franco se ha convertido “en un centro de peregrinación del fascismo internacional” (es el único que queda en pié). Los españoles somos pasivos ante esto al igual que con otras muchas cosas, e incluso consentimos que la judicatura persiga a todo aquel que quiera abrir procedimientos por investigar las ingentes fosas comunes alojadas a pocos metros de su verdugo sin el consentimiento de sus familias (llámese Garzón).

La enorme carga simbólica del monumento ha provocado que nos acerquemos al lugar con el corazón más que con la cabeza así como de la información recibida del mismo solo a través del NO-DO durante 40 años, siempre desde la perspectiva del régimen.
Está claro que hay un gran interés por parte de la iglesia y de algún partido político (PP por citar alguno) en que no se sepa “más allá de” y no estaría de más investigar sobre las miles de personas allí sepultadas “como prueba de un crimen de masas”. Pensemos por un momento que, sería éticamente correcto que las empresas y grandes fortunas que se lucraron con su construcción (que no son pocas) y el empleo masivo de trabajadores forzados (civiles republicanos) sean obligadas a pagar indemnizaciones a los supervivientes y sus familiares. Una vez esto, se merece que hagamos una gran falla donde me ofrezco voluntario de poner la mascletá.

Una conclusión: veo que España sigue dividida en dos. Por un lado los demócratas que lucharon por el bienestar de todos y por otro los fascistas, que lucharon por el bienestar de unos pocos, y así nos fue…

Aquel camino...

El año pasado pude hacer una de las cosas que tenía pendientes en la vida, era el Camino de Santiago. Con un buen peregrino y mejor amigo mío, somos dos aventureros y como tal acometimos una nueva experiencia de manera conjunta. Ésta no era la primera experiencia que tuve lejos de casa, de tu gente, de tus costumbres… Tuvimos  vivencias únicas, vivencias que nacen y vas viviendo día a día y que irremediablemente se quedan en el camino.

El comienzo recuerdo que fue algo duro, comenzando a las 4.30am en un frío pueblo leonés llamado Astorga. Bien pertrechados comenzamos la primera etapa, que rondaría en torno a 20kms según los manuales, pero que fueron bastantes más y que en la fría noche nos perdimos en la inmensidad del campo resguardándonos unas horas y echando mano a los víveres que echó nuestra madre. Era un pequeño pueblo del que desconozco el nombre, sólo un cazador al que le preguntamos el sendero a seguir y poco amable resultó ser. Nos dio tiempo a dar una cabezadita (a la intemperie por supuesto), que después de habernos comido algo era irremediable para todo buen andaluz. Acabamos la etapa en Rabanal del Camino, y tras darnos una ducha asistimos a misa al antiguo Monasterio benedictino, ahora iglesia de San Salvador de Monte Irago, donde conocimos a tres monjes benedictinos que rezan las vísperas acompañados de cantos gregorianos. Pudimos lograr el primer sello de la credencial intercambiando opiniones con el Sr. Ulines. Caía el frío y volvimos al albergue para cenar pasta y ensalada por precio estudiante (gracias Isabel) entablando las primeras conversaciones con el resto de peregrinos junto aquella chimenea, donde comenzamos a apreciar la esencia del Camino.

La del tercer dia fue de las etapas mas duras, sufriendo bastante para llegar a la Cruz del Ferro, situada en un alto desde el que entre tañidos de campana cada vez más cerca y señales de humo nos encontramos con el refugio templario de Manjarín, donde los caballeros simplemente nos ofrecían su casa. Observando los artículos de su pequeña pero coqueta “tienda”, decidimos agenciarnos con la concha (que nos acompañará todo el camino) cuyo precio es la voluntad, así que sin abusar cogimos agua y un par de conchas y caminito intercambiando impresiones… Nos acompañaba un fuerte temporal durante toda la jornada haciendo un terreno casi impracticable donde se presenta un crudo descenso entre pastos y piornos hacia El Acebo (mil metros de desnivel en aproximadamente quince kilómetros) y Riego de Ambrós, Molinaseca, a orillas del río Meruelo y Campo vertebran la etapa y la dotan de la infraestructura necesaria para llegar con éxito a Ponferrada, capital de la comarca maragata, que por esta latitud sucumbe a El Bierzo.

Al tercer día aumentó el grupo previa cita. Es nuestro último día de lluvia y como tal no podía ser menos duro. En Villafranca del bierzo pudimos reponernos con un buen menú del día, carne acompañada del vino correspondiente de la zona mientras intercambiábamos nuestras impresiones con las nuevas peregrinas.

Nuestra siguiente etapa nos dirigía a O Cebreiro, cuyo recorrido era más serpenteado debido a que continúa de manera paralela junta a la A-6. El Camino alcanza su máxima cota gallega en estas laderas y aún despliega latigazos como el Concello de Pedrafita do Cebreiro pasa el testigo al de Triacastela, cuyo núcleo principal descansa en el fondo del valle bajo la sombra del monte Oribio. Hemos dejado atrás el macizo galaico-leonés llegando a Triacastela.

La etapa hacia Sarria nos resultó más cómoda, gozando de buena condición física y con el tiempo de cara, nos podíamos permitir el lujo de un alto en el camino con el resto de peregrinos, los 20 kms que distaban ambas invitaban a ello sin olvidar que las relaciones interpersonales se hacía más fuertes y prueba de ello era echarse una cervecita con las olivas correspondientes debatiendo batallas o diferentes experiencias. Esto hizo que gozáramos de este día, en elque aprovechamos para hacer unas pequeñas compras que poder guardar en la mochila.

Desde Portomarín contamos aproximadamente los últimos 100 kilómetros, la distancia mínima que hay que recorrer a pie para ganar la Compostela. La etapa no defrauda en absoluto. Ofrece incontables aldeas de los concellos de Sarria, Paradela y Portomarín, buenos ejemplos del románico, pistas vecinales asfaltadas, sendas y corredores rurales, puentes medievales y pasarelas rústicas. Las charlas en los albergues ya eran habituales alrededor de la estufa o chimenea. Tras descansar nos espera Palas de Rei, donde me pude comer el mejor cordero al horno que he comido nunca.

Dejamos atrás Lugo y comenzamos la travesía de A Coruña de la mejor manera posible, parando para coger fuerzas en la pulpera Melide, donde enlaza el Camino Primitivo. Allí pudimos degustar el mejor pulpo brindando con un buen albariño. Ya en Arzúa comentamos la jornada con un joven peregrino alemán al que invitamos a cenar con el grupo. Era un chico bastante culto la verdad a la vez que intrépido (su próxima aventura era cruzar América del sur) hasta el punto de hacernos pensar en los desniveles educativos entre nuestros países... Además pude ver a un viejo amigo gallego y eso da una motivación extra aunque cada vez el ambiente era más distendido dada la proximidad y las fuerzas ya no flaqueaban. Le decimos adiós a Arzúa, dejando atrás lo rústico y paisajístico dando paso a lo urbano.

Pedrouzo da paso a la última etapa, Santiago. Aprovechamos para tomarnos nuestras últimas cañas compartiendo mesa con los amigos peregrinos en el Monte do Gozo, donde se pueden divisar las agujas de la catedral. 5Kms nos separan de ella. Mientras nos vamos adentrando en la ciudad, observas que ha conseguido llegar gente de diversa clase social: desde el desempleado hasta el pudiente pasando por una persona de setenta años con su “ridicula” pensión que le permita vivir decorosamente. Las risas brotan en el ambiente, unos dando cánticos y otros contando chistes…


Por sus calles de embrujo una gaita nos abría la puerta de la Plaza del Obradoiro. Era el momento de pensar, reflexionar, acordarse de quién no está…

Algo tiene el Camino de Santiago que todos queremos repetir: y no es otra cosa que el propio camino.

El peregrino que no espero

La semana pasada tuvimos una visita un tanto especial y no fue otra que la de “Su Santidad el Papa Benedicto XVI” a Santiago en año santo dejando reacciones para todos los gustos, hasta el punto de que me es difícil empezar este tipo de artículos…

Creo que estamos en el Siglo XXI y durante la historia la Iglesia se encargó de inculcarnos valores como la solidaridad y demás mandamientos y actos sacramentales… me pregunto: ¿por qué no predican con el ejemplo para convencernos a todos? Seguramente ni ellos lo estarán ya que siguen estancados en antiguos pensamientos de fidelidad a Dios y a todos sus súbditos olvidando temas tan impactantes y no menos importantes como los abusos sexuales que han protagonizado durante años alguno de sus siervos por citar alguno…

Tengamos en cuenta que no ha sido una visita cualquiera y si hablamos de costosa a alguno seguramente le suene a disparate o incluso le tiemblen las piernas como a mí el ver cómo mientras la economía de mi país se hunde en la miseria (víctima de unos pocos) de la que no conseguimos levantar cabeza, otros “invierten” en tu fugaz visita la simbólica cantidad de 16 mil €/minuto… o si es más fácil de entender cuatro millones de euros en ocho horas (parece que escrito en letra es menos dinero) para convertir el casco histórico de Santiago de Compostela en un verdadero parque temático del turismo religioso y espiritual alterando el normal paseo de viandantes y peregrinos… Éstos sí son peregrinos de verdad.
Todo ocurre en un momento que nos ha tocado vivir un tanto complicado especialmente en España, en el que gran parte de su población activa se encuentra en situación de desempleo y sin ningún tipo de prestación para la mínima subsistencia… el que tenga suerte recibe la mísera ayuda de 426€/mes (en número para que se lea bien) y da cierta indignación ver este tipo de situaciones en una sociedad… ¿desarrollada? Puede ser que algo se esté haciendo mal.

No obstante el Vaticano (el país más rico del mundo) mediante la Xunta (gobernada por el PP) ha remitido a los negocios de Santiago y comarca una serie de cartas firmadas para que ayuden a la financiación del encuentro papal asegurando que el dinero aportado “tendrá la consideración de donativo a la Iglesia Católica” y únicamente soportable mediante la generosidad de quienes pueden y quieren prestar su colaboración y aportación económica, animando así con ventajas fiscales al dichoso donativo. Además, nuestro representante de la Santa Sede, el amigo Rouco Varela, dijo que Benedicto vino a combatir la “Exaltación de Laicismo” cuyo nivel es España es preocupante ya que alcanza datos de la República y que la “Iglesia es la principal bienhechora de la sociedad”… Se ve que han estado habituados a manejarnos durante siglos como marionetas y la sociedad está despertando (tarde, pero despertando) de ese largo letargo de servidumbre (sacando los pies del plato dicen por ahí abajo). Aún hoy no quieren entender lo que significa la palabra libertad, ya sea de expresión, de culto… Anonadado es poco.

Me quedaría más tranquilo saber que su santidad y comitiva se llevaron una buena experiencia gastronómica repleta de langosta, coquinas, percebes, pulpo, bogavante, vieira… excepto almejas que es pecado... y descuiden ustedes que a ésta ronda invitamos nosotros sin problemas.

Un buen amigo mío dice que peregrine usted a Haití… y razón tiene. Yo digo que comience por Haití, después vaya a El Salvador, Guatemala, Chile, Honduras, Tailandia, Indonesia… no olvide África donde mueren de hambre multitud de niños cada minuto, ayude a combatir distintas enfermedades curables como dengue, cólera, malaria… incluso el sida se combate con preservativos, ¿lo sabía?. Hay tantas obras benéficas que su santidad podría hacer antes que venir a mi casa que no tendría blog para enumerarlas. Tras esto, usted esté tranquilo que iría a misa todos los domingos del calendario, “se lo prometo, palabrita del niño Jesús”.

A mi querida princesa del pueblo

Nunca un polvo dio para tanto. Si yo fuera “la esteban” éste sería el título de mi libro, porque mira que lo he intentado pero no he podido aguantar el dedicarle unas líneas en mi blog a éste fenómeno.

Tal está siendo el impacto mediático que Belén ha ido ejerciendo en gran parte de la sociedad durante los últimos años, que más de veinte expertos entre psicólogos, sociólogos, periodistas, políticos o filósofos, analizan los porqués de esta realidad. Coincidiendo con el paso de la de San Blas por quirófano (toda una Barbie) y de que sería ella la presentadora de las campanadas de fin de año, su nombre se convirtió en el segundo valor más buscado en Google Europa con un total de 504.000 resultados. Tal fue la sorpresa que esto suscitó en la empresa tecnológica, que llamaron a España en busca de respuestas. Lógicamente no cabía respuesta hacia el porqué de aquél personaje y la fuerza que origina en las masas populares. Es más, no se le puede tildar de loca ya que muchos ven en ella a un auténtico icono social capaz de influenciar en la opinión pública, sus palabras y lo que dice llega a la sociedad incluso al marco político, que tal y como está no es de extrañar que consiguiera representación parlamentaria ya que muchos electores no se sientan reflejados en ninguna de las fuerzas políticas actuales. “La esteban” simplemente se encarga de dar voz a las reivindicaciones populares.

Actualmente copresenta un programa televisivo en primer-time donde da rienda suelta a sus vulgares ideas con el mayor de los descaros. Es un fenómeno de masas sin antecedentes en nuestro país, pudiendo equipararla con Eva Perón o con la mismísima Diana de Gales. De ser una cualquiera se ha convertido en un producto bien vendido: Belén Esteban.

Que queréis que os diga, pero si es capaz de levantar el país… que cuente conmigo. ¡¡¡Arriba la Esteban!!!

Labordeta: mochilero incontestable

Contando yo bastantes menos años, escuchaba en los medios hablar de un hombre que se iba andando por los montes, que era político, cantautor, escritor… y según pasaban los años tomé conciencia… dejé de tomarlo por un loco y comencé a verlo como a un gran personaje. Era un buen polifacético que en su etapa de profesor dio clases al mismísimo Jiménez los Santos, increíble pero cierto.

Enseñó los rincones más bellos de nuestro país con la serie documental “Un país en la mochila”, que le dio popularidad en todos nuestros hogares. Durante su vida ha sido político dentro y fuera del Hemiciclo, donde protagonizó batallas dialécticas con la bancada del PP al mostrar públicamente su acérrima defensión del “No a la guerra” y contrario al “Trasvase del Ebro” dotándole de un toque único que rozaba lo informal. En una de ellas espetó su famosa frase “A la mierda”, surgida ya que le increpaban con las frases “vete con la mochila a Teruel” o“¿qué me dices cantautor de las narices?”.

Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio, el Gobierno le otorgó la medalla al Mérito en el trabajo, por su sabiduría, su pasión, sus convicciones y su defensa de la libertad y el pueblo. Nostálgico republicano, socialdemócrata tímido, ácrata, socarrón, descreído, honesto en su persona…
Se apaga la voz del pueblo y con él la conciencia poética de la transición. Se ha ido el abuelo de Aragón. Descuida amigo, otros seguiremos cantando a la libertad que otros van a ver.

¡A la mierda!, por JOSE ANTONIO LABORDETA Subías

La gran peineta

Nuestro querido ex presidente del gobierno, el elegido por los ciudadanos durante dos legislaturas y el mismo que adoptó diversas posturas que crisparon el marco político español, don Jose Mari, tuvo esta semana un gesto poco afortunado con los estudiantes de la universidad de Oviedo, y no fue otro que saludar con la llamada “peineta” a todos ellos, gesto poco afortunado se mire por donde se mire. Siendo quien ha sido, no resulta lógico que demuestre tal actitud ante el futuro de su nación. Pero seguramente, si lo vemos siendo quien es todavía y según sus propias palabras: “algunos no pueden vivir sin mí”, probablemente su política sigue mandando en la sombra en el día de hoy, aunque designara en su momento, quizá con ese mismo dedo, al que fue tu sucesor que lleva dos estrepitosos fracasos con el tercero en el horno. Tampoco se ve con malos ojos un cambio de rumbo en la política tanto económica como social de nuestro querido país para que podamos ser algo más que las posaderas de la UE. En su época de presi, actuó a su antojo jugando con los votos de los conciudadanos. Mencionemos que él tuvo la suficiente autoridad moral de meternos en diferentes embrollos y grandes cagadas. Querido amigo, no sigas insultando porque para insultos tú fuiste el primero con las armas de destrucción masiva de Iraq, la manipulación del 11-M, su mensaje a la DGT… por mencionar algunos.
No olvidemos por supuesto la frase: “Nunca alguien hizo tanto daño en tan poco tiempo” (literalmente), parece una falta de respeto a quien le defendió en la famosa cumbre del “¿por que no te callas?”. Es hora de remar en la misma dirección y no ser oportunista sacando tajada y protagonismo de la delicada coyuntura económica en la que estamos inmersos. Desde que finalizó su andadura política, se ha dedicado a impartir conferencias como presidente de la FAES en las universidades más prestigiosas del mundo. Además de ser una imagen pública, queda expuesto a la crítica de la sociedad, y no da ningún derecho a levantar el dedito amiguete mío. Creo recordar que Felipe González también fue abucheado por alguna de sus decisiones y no adoptó tal actitud a sus detractores. Efectivamente eres una eminencia de la política llevando por bandera la arrogancia, soberbia y prepotencia, pero mucho te queda por aprender de los conceptos más básicos de educación.