Nunca un polvo dio para tanto. Si yo fuera “la esteban” éste sería el título de mi libro, porque mira que lo he intentado pero no he podido aguantar el dedicarle unas líneas en mi blog a éste fenómeno.Tal está siendo el impacto mediático que Belén ha ido ejerciendo en gran parte de la sociedad durante los últimos años, que más de veinte expertos entre psicólogos, sociólogos, periodistas, políticos o filósofos, analizan los porqués de esta realidad. Coincidiendo con el paso de la de San Blas por quirófano (toda una Barbie) y de que sería ella la presentadora de las campanadas de fin de año, su nombre se convirtió en el segundo valor más buscado en Google Europa con un total de 504.000 resultados. Tal fue la sorpresa que esto suscitó en la empresa tecnológica, que llamaron a España en busca de respuestas. Lógicamente no cabía respuesta hacia el porqué de aquél personaje y la fuerza que origina en las masas populares. Es más, no se le puede tildar de loca ya que muchos ven en ella a un auténtico icono social capaz de influenciar en la opinión pública, sus palabras y lo que dice llega a la sociedad incluso al marco político, que tal y como está no es de extrañar que consiguiera representación parlamentaria ya que muchos electores no se sientan reflejados en ninguna de las fuerzas políticas actuales. “La esteban” simplemente se encarga de dar voz a las reivindicaciones populares.
Actualmente copresenta un programa televisivo en primer-time donde da rienda suelta a sus vulgares ideas con el mayor de los descaros. Es un fenómeno de masas sin antecedentes en nuestro país, pudiendo equipararla con Eva Perón o con la mismísima Diana de Gales. De ser una cualquiera se ha convertido en un producto bien vendido: Belén Esteban.
Que queréis que os diga, pero si es capaz de levantar el país… que cuente conmigo. ¡¡¡Arriba la Esteban!!!
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