El "sí quiero" del TC a los matrimonios homosexuales

Por fin hoy (que está aceptado socialmente) y tras siete años de incertidumbre desde que se presentara el recurso de inconstitucionalidad a manos del sector tradicional y conservador (PP) donde según el cual el matrimonio homosexual "desnaturaliza la institución básica del matrimonio” tal y como ha sido entendido hasta ahora, vulnerando el artículo 32 de la Constitución, diciendo que "el hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica", el TC se ha pronunciado. 

Dicha sentencia recoge, consolida y blinda una Ley que ha permitido hasta ahora a más de 22.000 parejas contraer matrimonio avalando dicha regulación. Doce países del mundo tienen reconocido este derecho y España fue uno de los primeros en recogerlo en su legislación básica en el año 2005. 

Así las cosas, el pleno del Tribunal Constitucional (formado por 11 magistrados) ha fallado "desestimar el recurso de inconstitucionalidad interpuesto contra la ley 13/2005, de 1 de julio, por la que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio". 

Parece que se les ha salido el tiro por la culata a los "PePeros", personal eclesiástico y demás elementos afines (dicho sin ánimo de ofender) son los primeros en hablar de derechos pero lo que se les olvida es promover las condiciones para que la libertad y la igualdad sean reales y efectivas para todos, mostrando su negativa una vez más a seguir avanzando y sin contemplar la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos. Muchos esperamos que se pronuncie la Santa Sede a ver que cuento nos cuenta o si han dado ya con el antídoto para esta “enfermedad” recogida desde hoy en el artículo 44 del Código Civil: "El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o de diferente sexo". 

Me alegro. Me alegro enormemente por ellos entre los que incluyo algun@s amig@s, están en su derecho y espero que se casen así como que adopten hijos y puedan vivir feliz y dignamente como el resto alejados de los prejuicios tradicionales. Además desde aquí aprovecho para pedirles que no formo parte de su mercado, ni siquiera potencial. 

Esperemos que sigamos avanzando (a muy pesar de algunos) para la mejora de la colectividad y no sólo para la de unos pocos.